DEL INTERVENCIONISMO INADECUADO EN EL SISTEMA EDUCATIVO

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INTERVENCIONISMO INADECUADO EN EL SISTEMA EDUCATIVO

El gobierno, con gran habilidad política, quiso vender la LOGSE como una ley consensuada con el profesorado, pero a los pocos meses de su vigencia, el rechazo a una ley que sólo se parecía en su superficie a la propuesta por los docentes, se convirtió en casi unánime y, hoy, sólo la defienden los afiliados al partido que sustenta el poder. Las encuestas realizadas al profesorado no dejan lugar a la duda. Son tantas las deficiencias de la ley, (a pesar de parches y reformas), que la hacen inservible, los resultados evidencian esas carencias del sistema que nos ha hecho clamar, durante años, al profesorado, sin que nadie nos escuche.

Es muy probable que alguien se haya sorprendido por el título de esta serie de artículos sobre nuestro Sistema Educativo. Según la Real Academia de la Lengua, soborno es “Cualquier cosa que mueve, impele o excita el ánimo para complacer a otra persona”. No cabe duda que nuestro sistema, es un soborno a las familias, por no hablar de fraude. Un soborno a cambio de guardería gratuita, durante casi 18 años de la vida del niño, del joven. Y es un soborno, porque la propaganda política, cargada de demagogia impele a la aceptación, con gran complacencia, no cabe duda, de los gobiernos de turno. Es un auténtico soborno a nuestros jóvenes, que a cambio del aprobado relativamente fácil (cualquiera puede llegar a la Universidad con el mínimo esfuerzo), no demandan una enseñanza de más calidad. Y, hablando de sobornos, el más flagrante: se intenta sobornar al profesorado con gratificaciones de hasta siete mil euros para que aprueben a más alumnos, y, ello, es así de sencillo, porque el incentivar el rendimiento del profesorado no parece que tenga, en la propuesta, otra evaluación que el número de alumnos que ese profesor aprueba. Conociendo la honradez del profesorado, estoy casi seguro que no va a aceptar el soborno, pero alguien sí que picará, “de todo hay en la viña del Señor”. Se trata de un nuevo intento de maquillar el alto índice de fracaso escolar. De nuevo las apariencias sobre la verdad objetiva.

Sería muy prolijo hacer un análisis sobre las diversas reformas de los gobiernos de distinto signo, pero, por resumir: si los gobiernos socialistas confunden la igualdad de oportunidades como “pan para hoy y hambre para mañana”, los “pepeístas” (perdónenme que los llame así, porque la realidad es que no sé donde ubicarlos, si en la derecha, en la extrema derecha o en la nostalgia de tiempos pasados), quieren cargarse lo poquito que de progresivo tiene el sistema para devolvernos a la educación elitista.

Y éste es señores el juego, para unos, progresismo, que en su vocabulario significa “todo vale si así lo parece”, para otros, elitismo que significa “nada vale si no tiene el valor de las tradiciones añejas”… y en medio de este juego, la juventud, la familia y el sufrido profesorado.

Creo que se impone un análisis en profundidad del estado actual de la enseñanza, así como aportar posibles soluciones, ese granito de arena que entre todos podríamos convertirlo en un gran edifico con fuertes cimientos y estructura de futuro. Eso es lo que me propongo en las sucesivas entregas de este artículo.

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