Biografía de Antero Jiménez Antonio

ANTERO reAntero Jiménez Antonio. Sí, ese es mi nombre aunque resulte raro que el nombre parezca apellido y el apellido parezca nombre, pero eso son cosas que yo no elegí… aunque bien visto, es original y me siento muy bien con tal nombre y tales apellidos. Nací en Torredelcampo (Jaén). Hice en Granada la Licenciatura en Ciencias en la rama de Química Pura. Fui  profesor de Física y Química en el I.E.S. “Virgen del Carmen” de Jaén. En la actualidad estoy jubilado

Desde muy joven he cultivado la literatura, ganando mi primer premio literario en el Colegio de los Hermanos Maristas, en el que estudié Bachillerato, naturalmente tenía la gran influencia de mi padre, escritor y poeta, y, como él, me deleitaba en el paisaje para describirlo, tanto en verso como en prosa. Hoy, a decir de muchos críticos, algunos pasajes de mis novelas son verdaderos poemas en prosa, sobre todo cuando trato de describir esos paisajes con los que me siento identificado.

Además  de los libros de los que soy autor, he publicado en revistas, como “Camino Viejo” y en el periódico “Jaén”. En antologías compartidas, como Claustro Poético, editado por la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Jaén. En libros editados por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía a través del CEP. Mi obra es muy amplia y abarca la poesía, la narrativa, el teatro, artículos y ensayo. Otro aspecto importante de mi obra son las publicaciones didácticas y científicas, con una amplia bibliografía en este campo.

Soy poseedor de varias menciones y premios literarios, entre ellos: Premio María Zambrano de Poesía, Reconocimiento como escritor por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y Premio de Cultura 2009 (otorgado por el Ayto. de Torredelcampo) “Por su contribución al mundo del Arte y de las Ciencias a través de su amplia obra literaria, didáctica y científica”.

En efecto, tengo muchas publicaciones y algún que otro premio que no he mencionado por no ser demasiado importante, aunque, debería haberlo hecho puesto que cosechar premios en la infancia, o en la efervescente adolescencia, no suele ser, tampoco, muy común. Os doy una pista: si veis el vídeo de la entrega de mi premio de cultura, en el aparezco en mi infancia recibiendo uno de esos premios que «no he mencionado» (ver vídeo). El otro, sí que, de pasada, lo he insinuado, fue en un concurso de oratoria y de él digo algo en el segundo párrafo de este texto.

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